1 de julio de 2011

Y el ganador es… La pérdida de memoria

Durante el mes de Junio La Pluma de las Diosas consultó a sus usuarios cual es la entidad que más apoya la cultura Nortesantandereana, con el propósito de indagar y analizar qué está pasando en el contexto cultural, cómo estamos generando espacios de participación y crecimiento intelectual. Veintidós personas se atrevieron a responder, unos miles pensaron su respuesta pero no se atrevieron, tal vez no estaba entre sus opciones o tendrán su apreciación personal.

La victoriosa Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero obtuvo el 50% de los votos, seguido del Banco de la República con el 22%, las demás opciones se reparten tristemente la torta. Sin embargo debemos analizar el trasfondo de estos resultados. Comenzando por la muestra, no es de cultos lanzar la piedra y esconder la mano, si criticamos una cosa debemos mantenernos en nuestra posición o discutir con argumentos. 

Los Nortesantandereanos nos quejarnos por todo y a la hora de dar la cara o proponer soluciones no nos hacemos valer, por lo tanto se designa a cualquier persona para que administre los recursos sin impulsar el desarrollo cultural de la región.

Admiro el valor y el apoyo a la cultura que hubo hace dos décadas en la ciudad, para recordarles a los más jóvenes, en ese tiempo había conservatorio, instituto de cultura, parques, espacios en los medios de comunicación para hablar de arte y proyectos culturales a mitad de camino y otros terminados.

Pero ¿qué sucedió con éstas entidades? Algo conocido como corrupción, crecimiento económico personal, roscas, mentiras, incompetencia, líderes culturales censurados, entre otras calamidades que estallaron durante 1998.

El motín de los proyectos culturales abolidos se repartió entre las universidades públicas y la Gobernación de la época, dejando el futuro de la cultura en manos ajenas al arte, entidades ciegas ante el desarrollo.

Tras la muerte del Instituto de Cultura y Bellas Artes de Norte de Santander se fue dando lugar a una gran construcción conocida en la época como el Hospital San Juan de Dios. En el 2001, hace exactamente diez años, se inauguró la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero en honor a la “ilustre personalidad política, literato, maestro de juventudes, modelo de ciudadano y patriota norte santandereano”.

Este proyecto funcionaba humildemente en la decadente Academia de Historia instalada en el Palacio Nacional de Cúcuta.

Sin embargo un tocayo de Julio Pérez, proveniente de la familia élite de la época, quiso ampliar el espacio cultural y llevarlo a un edificio más colonial, atractivo e imponente, considerado monumento nacional por los documentos del Gobierno porque quienes van allí no saben qué están pisando.

Entonces la Corporación Cultural Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero es la empresa que más apoya a la cultura Nortesantandereana, según el 50% de los votos. El apoyo se puede entender desde diferentes puntos de vista, económico, moral, reciproco, etc.


En el caso de esta entidad me atrevo a decir que aporta su amplio espacio para quienes tratan gestionar la cultura tengan donde exponer sus productos. Sin embargo no es suficiente, no hay calidad, no hay orden ni control, hay oportunidades e instituciones a las cuales hay que acercarse para hacerles ver el error en el que cayeron al quitar del mando a quienes sí saben de arte.

El tiempo cambia y las transformaciones del espacio deben generar un desarrollo, pero en Norte de Santander a pesar de tener una cultura tan nutrida no hemos podido hacer algo mejor que Las Brisas del Pamplonita.

Hasta este punto amigo lector, gracias por entender, debatir, discutir, compartir u odiar mis argumentos, espero que la nueva década retome lo perdido en el 98, que no se conforme con espacios ni líderes empíricos, ni mucho menos dejar la cultura en manos de empresarios sin estética intelectual.

1 comentario:

  1. Eso es muy cierto. La biblioteca púlica Julio Pérez Ferrero, ha hecho un trabajo importantisimo en cabeza de Julio García Herreros y de todo su equipo de trabajo. Por otra parte, y hay que reconocerlo, en un Estado netamente político como el nuestro, donde explicarle al "político" de turno, la importancia de saber que una cosa es la cultura, como identidad, como expresión de un pueblo, y otra muy distinta, cómo el ser humano va educando su capacidad de percepción estética y la manifiesta, a través del arte (y en ese aspecto, el departamento Norte de Santander tiene gente muy valiosa), es tarea difícil porque entonces no sería político sino artista. Pero nosotros, tenemos gran culpa en ello porque somos apáticos a la hora de participar de los procesos políticos del país (a sabiendas de que si no estamos ahí para impulsarlas las políticas en materia cultural serán cada vez más pobres), y no utilizamos los mecanismos de participación que nos brindan la Constitución y la ley para exigir que las propuestas y los proyectos se cumplan; pero eso sí: somos los primeros en salir a criticar. Depende de nosotros, el pueblo Norte Santandereano, que personas valiosas como Julio Garcia Herreros, y muchos otros que trabajan incansablemente aunque en silencio, y contribuyen para que aquellos que no tienen posibilidades de acceder a la educación cultural, puedan hacerlo sin que les cueste un peso, continúen con su labor...Y excúsenme la carreta pero además de ser hija de artistas, que han tenido que vivir en carne propia el viacrúsis de lo público, también soy abogada. Mil gracias por pararme bolas.

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