12 de septiembre de 2011

Dúo Bartók: Música que muy poco se oye, mucho menos se ve

Cerca de las siete de la noche me acercaba al imponente edificio del Banco de la República de la ciudad de Cúcuta, cuando a las fueras vi una pareja de señores que definitivamente no parecían de aquí, me causó curiosidad verles mientras ellos fumaban un cigarro y hablaban de cosas que mi oído no podía captar.

Podría decirse que nos chocamos en la entrada para hacerles la pregunta más tonta de la noche: ¿Ustedes son los músicos?, claro era obvio, muy amables dijeron sí, dije entonces: Ay! Me permiten entrevistarlos? y como buenos artistas no iban a dejar que me fuera sin escucharles, así que dejaron nuestra cita para el final.

Subí y me ubiqué lo más cercano a la primera fila para observarles todo el recital recordándoles nuestro compromiso, pero qué alegre me sentí al ver una sala llena de personas de todas las edades, familias completas, jóvenes músicos, maestros y demás, eran en promedio las identidades de los asistentes.

La directora del área cultural dijo unas palabras de agradecimiento y apertura que siguieron del acto principal por el cual todos los asistentes pagamos los 2500 pesitos de la boletería (Incluso los v.i.p. de la fila reservada).

La sonata No.5 en Mi Menor de Jean Marie Leclair se interpretó en tres movimientos alegres que permitieron entrever el virtuosismo de los hermanos anfitriones de la noche, el Dúo Bartók de Violín y Viola. Un espacio para el aplauso y se prosiguió a la siguiente pieza caprichosa, se trata de los estudios de Henryk Wieniawsky con su Op. 4 en La Menor; aquí el violín tuvo un momento estelar.

Casi se iban al intermedio sin presentar al maestro Mozart, así que salieron de nuevo al ruedo para interpretar una animada pieza, El dúo para Violín y Viola en Sol Mayor KV 423. Seguido de esta pieza distintiva del autor, se precedió al descanso de los músicos, pues la gente quería más show aún.

Con un pequeño cambio de orden en el programa Louis Spohr y su obra Op. 67 No.2 en Re Mayor iniciaron el siguiente tiempo, una obra con movimientos distintos en cuanto a velocidad y una disposición ambiental tranquila se hicieron evidentes en la sala.

Con algo más contemporáneo Luciano Berio y su dúo para dos violines, con un primer movimiento dedicado a Béla Bartók prepararon a la audiencia para lo que se avecinaba. Una técnica de interpretación trascendental en la obra de 44 dúos de colección, Béla Bartók es el creador de un nuevo pizzicato y un manejo atacante de arco que extasió a los presentes.

Un final bastante emotivo, a pesar de algunos errores por la conmoción, pero fue un muy buen concierto el que inauguró el XVI Festival de música de la ciudad de Cúcuta. En el cual no podía faltar una versión Bartók de las Brisas del Pamplonita,a las 9:00 en punto como una "ñapa" digna de artistas Colombianos que adaptan obras tradicionales a su propio estilo contemporáneo.




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